3squinas Fotografia's video: Alfred Cheney Johnston

Me llamo Alfred. Alfred Cheney Johnston, y hubo un tiempo en que fui fotógrafo. De eso hace ya mucho tiempo, tanto que ya nadie me recuerda, pero puedo asegurar que fui el mejor de mi época. La mejores actrices del momento, las mujeres más hermosas, todas las chicas de Ziegfeld hacían cola en mi estudio para que las fotografiara. Recuerdo a la pequeña Ann Pennington, con su cara redondilla y sus muslos suaves…, bueno, es cierto que yo nunca las toqué, pero cuando un muslo es suave sólo hace falta la vista para saberlo. Recuerdo que se desnudó con tanta facilidad, que me costó taparla con aquello que los españoles llaman mantón de Manila. O Paulette Goddard, esa mujer entró con dieciocho en la compañía del gran Florenz Ziegfeld, y dos años después salió con un anillo de diamantes y casada con el millonario Edgar James. Luego, parece que se casó con un tal Charlie Chaplin. O Josephine Baker, la "Perla negra", la "Diosa criolla", o como yo la llamaba, la francesita de bronce; ¡oh! Josephine, la eterna y larguirucha negrita, que encandilaba con su voz, con su baile, con su piel…, debo confesar que aquella mujer me enamoró…, pero empezó la guerra y desapareció. Luego me enteré que había sido espía en la Francia ocupada y miembro de la resistencia francesa. Esa mujer siempre los tuvo bien puestos. Sí, amigo mío, yo soy Alfred Cheney Johnston, y desde los dieciocho, hasta la gran depresión, vi desnudarse ante mi, a las mujeres más bellas del momento, y alguna, debo decirlo, hasta me besó en la mejilla. Ahora, no veo más piel que el pellejo árido del olvido; y pronto, sólo veré la piel transparente de la muerte.