Doble Eme's video: Rev lver nos - Marta Aguadero

Tenía muchísimas ganas de grabar este vídeo, por eso espero que me perdonéis por mi voz griposa... PD: Estoy segura de que estáis hasta los cojones de mí porque siempre digo lo mismo en todas las descripciones de los vídeos. Pero es que no me sale otra cosa. Infinitas gracias, de verdad. twitter: @mullingarsm blog: http://diecinuevelineas.blogspot.com texto: Nostalgia parece y plata desde luego no es. Eres tú. Brillando en negro mate y arrancándome las alas a bocados. En realidad me has hecho un favor. Llevaba tiempo sin usarlas y lo único que hacían era dificultarme el paso al andar entre tus lunares. Ahora veo mucho más claro los sitios donde es más facil caerse y los voy pisándo de uno en uno. He visto a más monstruos encima de mi cama que debajo de ella. Tenían las garras más afiladas y la puntería bastante acertada, por eso me desgarraron el lateral izquierdo con un solo golpe. A ti siempre te gustó poner los puntos sobre las íes y sin embargo, aquí tengo una cicatriz del tamaño de Roma que ni te has molestado en coser, solo invertías el orden de las letras al mismo tiempo que yo ponía Madrid patas arriba. A ver cómo le explico yo al médico que lo que me duele es un corazón que ni siquiera es el mío. No me hiciste ni puto caso cuando te dije que te quitaras los zapatos antes entrar a mi vida y ahora lo tengo todo lleno de barro. Y es que siempre fuiste muy de inyectarte café en vena por las noches para después no poder dormir, y yo era más de té. O de ti. Qué más da, si el efecto de insomnio era el mismo. Mira que llevo días ondeando bien alto esta bandera para que todos sepan que estoy en contra de las sociedadades utópicas. Y del dinero en Suiza. Y de la corrupción y los banqueros. Pero es que, joder, merece la pena ser hipócrita cuando la mayoría de guerras de este planeta las habíamos empezado tú y yo. Creo que el problema vino cuando llegaste tú con tus ganas de comerte el mundo y yo solo quería comerte a ti; o cuando después de tanta tempestad la calma, al igual que tu boca, no tuvo los cojones de aparecer. Tú no amabas. Tú armabas. Y esas manos eran putas flechas que amenazaban con disparar a un sístole y un diástole arrítmicos que ya habían sufrido algún que otro ataque túrrorista. Piden tregua y levantan banderas blancas porque no se pueden permitir ningún bombardeo más. Quemaste a la reina de corazones, y proclamaste vencedor a un rey de picas que tenía doblado el vértice izquierdo. Y desde entonces mi lagrimal tiene una facilidad impresionante para coordinarse con estos borrones de tinta. Tú arrasaste con los dos. Y a ver quién se recupera ahora de este puto desastre