Raul Diaz Acevedo's video: 64 Guitarra Campesina Arsenio Parra Se estan terminando en Chile

José Arsenio Parra, El Cheñito El verano del 2019 nos encontró atando los últimos hilitos que nos permitiera reconstruir mentalmente y así entender la extensión del área cultural de mundo arriero y campesino en ambas vertientes de la cordillera de Los Andes, en Chile entre Linares y Los Ángeles y en Argentina en todo lo que se le denomina el Norte Neuquino. San Fabián de Alico nos entregó evidencias claves. Existen profundos lazos familiares y culturales que evidencian una cultura compartida, a tal punto que es difícil determinar quién influyó a quien… si eso fuera necesario afirmar. En las conversaciones van surgiendo los personajes del pasado y los relevantes del presente, hay que conocerlos, conversar con ellos, agregar piezas a nuestro rompecabezas. Miércoles 23 de enero de 2019, nos volvemos a juntar don Jorge Muñoz Zambrano, (Jorge Muzam), Encargado de Cultura de la Ilustre Municipalidad de San Fabián, quien nos ha contactado con cantores y cantoras de la comuna. Sabe que no todas las puertas se han abierto, existe la natural desconfianza con el afuerino que viene a "investigar" donde las cantoras. Nos tiene un regalo... un registro de audio de Don Arsenio "Cheñito" Parra, cantando. Don Arsenio nació el 16 de junio de 1935, no se registra el año que fallece. Él era cantor popular, poeta y cronista del alma sanfabiana. Ciego de los 7 años, Cheñito aprendió la guitarra y se puso a cantar después de los 30 años. En sus cantos retrata las vivencias de su entorno. Mordaz y crítico en su canto cuando era necesario hacerlo, cronista de los acontecimientos. "Molestaba a políticos, autoridades y levantados de raja y le gustaba entrometerse en el comidillo pueblerino con ácidos versos que lanzaba sin aviso en los escenarios donde era invitado" así se le recuerda en la Revista San Fabián 2018. Cheñito recordaba las circunstancias de su nacimiento: su madre era soltera y el abuelo materno no permitió que la abuela asistiera al parto de la joven. Llegó, por tanto, solo al mundo, "como la mala hierba". Su madre se casó al poco tiempo y se marchó con su marido, dejando a Cheñito a cargo de sus abuelos maternos, Roberto Figueroa Riquelme y Silvia Muñoz. Cheñito fue hombre querido y respetado en la comunidad sanfabiana. Su condición de ciego desde su niñez le permitió afinar el resto de sus sentidos. De hecho Cheñito perdió la visión a los 7 años debido a la peste y a un accidente que afectó el globo ocular. Los entendidos de entonces le recomendaron remedios caseros como la grasa de eje de carreta, pero nada evitó que se oscureciera su vista para siempre. Su niñez y juventud la vivió de fundo en fundo, realizando diversas tareas de campo. "A pesar de faltar la luz, nunca faltó cabeza", afirmaba. Con su padre no sentía lazo afectivo, pues nunca lo ayudó "ni con una chaucha". Su talento musical se desarrolló tardíamente: "Como ya de 30 años aprendí a cantar. Pa' tomar fue pues que aprendí. Yo no cantaba, pero me sabía tonadas, así, cantaba a secas. Me costó aprender a tocar porque pa' tocar cueca yo ya soltaba la voz y la mano paraba igual no más seguía tocando... Tenía una guitarrita malaza, con cuatro cuerdas, y cuando pedían corríos le hacía falta otra cuerda. Tocaba en cualquier casa, pues habían hartas casas en ese fundo; doce pueblas, y cuando se juntaban las niñas de las doce pueblas pa´l 18 habían ramá´s, daban permiso, así, con veinticinco niñas en el fundo". Cheñito tenía muchas canciones y tonadas. Ante cada suceso de la vida tenía una respuesta musical. Como ya hemos relatado, cantaba a la vida, al mañana, a la ecología, y especialmente a la injusticia social, al abuso patronal, a las trampas entre los vecinos, el robo del ganado y al conjunto de sabores y sinsabores de la vida cotidiana campestre, a ese comidillo que se entreteje de boca en boca… y que siempre algo de cierto trae. Es evidente que el monocultivo de Pino Radiata y Eucaliptus han ido cambiando las características naturales del entorno que tanto se vanagloriaba San Fabián… un lugar de montaña, de agua cristalina y libre de contaminación. Hoy es algo que va quedando en el pasado como en muchas otras partes del país… se secan las napas de aguas, existe menos cultivo agrícola, menos trabajo, alto riesgo de incendios y una fuerte degradación del suelo. Cheñito no podía estar ajeno a esta desastrosa realidad y es así como él lo percibe: Se están Terminando en Chile Canción con acompañamiento valseado. Afinación Tercera Alta Notas: Fuentes: Entrevista que le hizo Fernando Suárez Iluti para la edición de la revista La voz de la montaña de 2004. La fotografía en blanco y negro acompaña la entrevista realizada por Fernando Suárez Iluti. La fotografía en color, archivos fotográficos de Inés Garrido. La información en torno a Cheñito tomada de las crónicas realizadas por Jorge Muzam. Montaje y Edición: Raúl Díaz Acevedo Enero de 2020 Email: raul.diaz.acevedo@gmail.com