Un Café con Galat's video: VIDEO: EL GRAN DILEMA DEL PAPA VIDEO PARA UN CAF CON GALAT

EL GRAN DILEMA DEL PAPA ¿FRANCISCO RECHAZARÁ SU INFALIBILIDAD PAPAL?  Video para programa Un Cafe con Galat emitido el 16 de Marzo de 2016, programa llamado "el Dilema del Papa" Texto del video llamado EL GRAN DILEMA DEL PAPA: El diario colombiano El Tiempo, del pasado miércoles 9 de marzo, dedica una página entera, la 13, a presentar un artículo del teólogo católico suizo, Hans Küng, quien pide al pontífice Francisco repensar el dogma de la infalibilidad papal, con el objeto de eliminarlo. QUIÉN ES HANS KÜNG Hans Küng, prolífico escritor, es un teólogo y sacerdote católico, nacido el 19 de marzo de 1928 en Lucerna, Suiza, que se ha distinguido por ser uno de los más notables del modernismo, teología que a raíz del concilio Vaticano II se ha ensañado contra los dogmas tradicionales de la Iglesia. Este teólogo ha sido particularmente crítico de las enseñanzas de Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ha puesto en duda si la Iglesia fundada por Jesús se basa en su Evangelio, con distinciones engañosas que finalmente conducen a cualquiera a dudar sobre la fundación divina de la iglesia y de la asistencia permanente que goza del Espíritu Santo. Entre otras tesis, sostiene que las mujeres deben ser incluidas en los ministerios sacerdotales y episcopales, a semejanza de algunos protestantismos como el anglicano de la Gran Bretaña y el luterano de los países nórdicos. Naturalmente, ésta tesis contradice abiertamente la tradición católica iniciada por el propio Cristo, quien solo consagró hombres al sacerdocio y no a mujeres, por muy meritorias que fueran, como las piadosas que lo seguían y menos la Reina de todos, su propia Madre santísima, la más alta en méritos y en santidad, la virgen María. LA ÉTICA HUMANA DE HANS KÜNG Otra de sus obsesiones muy contrarias al Evangelio, ha sido su pretensión de una moral meramente humana, que algunos llaman civil, no fundada precisamente en Dios ni en sus enseñanzas. Se trata de la moral de moda, que los secularistas, es decir, los que prescinden de Dios y de la religión, pretenden imponer en el mundo. Obviamente se trata de un sistema fundado únicamente en el hombre, no en la trascendencia divina, y por tanto sus prescripciones carecen de verdadera obligatoriedad, porque un deber que procede de uno mismo, puede dejar de cumplirse cuando se desee. Se comprende que con este tipo de moral, fundada en las decisiones del propio obligado, y no sobre la roca del Altísimo, podríamos decir que con ella, que es de mera apariencia, los hombres no pueden regir de modo serio y permanente su vida. Para hablar más claro, con una moral simplemente humana, no podríamos llegar “ni a la tienda de la esquina”. En varios puntos, la ética civil de Hans Küng va en contravía con el Magisterio de la iglesia, sus inaceptables tesis y sus oscuras posiciones morales, se manifestaron al criticar severamente la encíclica Evangelium Vitae (El Evangelio de la vida) publicada en 1995 por Juan Pablo II, que trata sobre la responsabilidad humana ante la vida del prójimo, la moral sexual, la anticoncepción y el aborto. Enseñanzas que calificó de autoritarias y retrogradas por negarse con ellas al diálogo con el mundo moderno. Esto de la ética civil o meramente humana, no es sino un capítulo de sus ideas que pretenden un mundo secular y laico, es decir, que se prescinda en la vida, la política, la economía, el arte, la educación, la cultura, etc., de todo lo divino y de la religión. Pues Hans Küng quiere que el modernismo iniciado por los filósofos racionalistas del siglo XVIII, esto es, los que valoraban la razón por encima la fe y que hoy parece asentado en todas partes, significa una gran conquista del ser humano y por tanto, las religiones, y entre ellas el cristianismo naturalmente, no deben impedir esta dizque “apoteosis del género humano”, ya que así el hombre por fin habrá llegado a su “mayoría de edad”, como lo dijera antes el filósofo racionalista Emanuel Kant. LA TEOLOGÍA DE HANS KÜNG Küng, hace unos pocos años y patrocinado por la ONU, naturalmente, estuvo de gira por América Latina promoviendo sus absurdas ideas contra los Mandamientos, ordenados por el Padre celestial y refrendados por Cristo. Por estas ideas apostatas, en 1979, Juan Pablo II, lógicamente, le quitó el permiso de celebrar Misa, junto con la licencia para enseñar como teólogo católico. La sanción no hizo más que exacerbar al herético teólogo suizo, quien arremetió contra la infalibilidad pontificia. TEXTO COMPLETO VER: