universidaddlacumbia's video: Cumbias de mi infancia piurana - Vol 1

1. La Zenaida: 1999, tenía 8 años, había acompañado a mi primo a visitar el chicherío de una prima lejana en Villa Perú Canadá, unas nuevas invasiones de la época surgidas en el lado oeste de mi asentamiento humano, recuerdo que ella, tan cariñosa como es, nos sirvió una gran jarra de chicha, y mientras nos cocinaba un sustancioso sudado de peje, colocó en el nuevo equipo de sonido del negocio una cinta de cumbias "viejitas, pero calientes", de todas, el corito de Zenaida quedó almacenado en mi memoria, seguramente, para toda la vida. El desierto, un algarrobo y su sombra, unas esteras, una jarra de chicha, una sonrisa, y una rica cumbia. 2. La subienda. 1998, Fenómeno del Niño en la retina de un niño. Mis 7 años no eran suficientes para comprender la verdadera magnitud de un "meganiño", las calles de Nueva Esperanza eran ríos, mis viejos preocupados, y mis asustados ojos sólo atinaban a mirar una lluvia que después de 14 horas, no cesaba. En medio del cielo gris y de los infernales truenos, de algún lugar, de algún vecino parlante, el trombón de La subienda le daba un tono épico a mi propia aventura por los turbulentos mares bravos que tenía al frente, vamos, la imaginación infantil es infinita. 3. La burrita. 1997, primer día de mis clases en el glorioso colegio San Miguel de Piura, un peinado con gel, los nervios de punta, mi vieja apurada, y la mototaxi cómplice hacía retumbar a La burrita. Aquel fue mi primer día independiente, mi hermano me esperó en la puerta del colegio, en mi casa estaban emocionados, era mi primera vez en el cole, pronto aprendería un millón de cosas, a lo largo de 11 años, a lo largo de una vida de aprendizaje. 4. Marilú. 1995, tengo 4 años y hay fiesta en la casa de mi vecino, yo estoy descalzo, y con mocos en la cara, no entiendo muy bien que es lo que pasa, pero comprendo que todos se divierten, yo me animo e invado la pista de baile, todos me aplauden, Marilú baila conmigo al compás de las palmas, Marilú es mi amor y me acompaña esa gloriosa noche. La volvería a ver 13 años más tarde en un bus camino a Piura desde Lima, alguna radio chepenana la programaba y yo con mi misio W200 la lograba sintonizar. 5. Éxitos de siempre. Recuerdo el año 1997 y un gran toldo de Alquimia armado en el pampón de mi barrio, recuerdo bailando a todos con la Santiaguera y la camagueyana, recuerdo alegría, recuerdo calor. 6. Sirena del amor. "Yo fabriqué todos esos camiones". 1996, 5 años y ya sabía cómo venían los niños, cómo se hacían y cómo se floreaba para hacerlos. Mi primer delirio en mi 2° año de inicial en el CEI 004 "Guillermo Gullman" de San José, fue el creer ser el creador y dueño de todos los camiones del mundo. Esa tarde mi mamá me explicó, mientras me invitaba una raspadilla en plato hondo, cómo es que se hacían esos bólidos y quiénes eran sus dueños, fui consciente por primera vez de que era misio, Sirena del amor es de esa misma tarde, había una celebración en la Comisaría de San José y el programador puso la canción. Mi mamá me contó que ellos eran del mar, y yo creía que eran peces, sirenas que de verdad cantaban, los imaginaba en un gran barco danzando con una guitarra en la mano. En realidad creí que eran de adentro del mar, nada lejos de la realidad. 7. Un cigarrillo y un café. 1994, que se maten los psicólogos, pero yo tengo recuerdos nítidos de mis 3 años. Era una mañana soleada, mi papá regaba la pampa de mi casa "para que no levante polvo" y mi mamá esuchaba en su radio negro un cassete que mi tía recién había comprado. Recuerdo a mi viejo con un pantalón crema hasta las rodillas y un reloj muy bonito "acuático", muchas gracias don Percy por amenizar ese pedacito de mi infancia. 8. Encumbiao mix. Recuerdo el paisaje descrito en la canción, cómo si hubiera sido hecho por alguien de mi región. (En costrucción, me muero de sueño)